Millones de lectores conocen a Elena G. de White por sus obras publicadas, pero pocos saben que gran parte de lo escrito en ellas, surge de las cartas dirigidas a personas reales, que fueron beneficiadas por su fervor evangelizador. Al mismo tiempo, pocos saben que además de autora, fue esposa, madre y una consejera muy buscada. Es que el llamado que recibió a los 17 años, la impulsó a considerar todos los aspectos de la vida a la luz más plena de la eternidad. Por eso, sus cartas y manuscritos descubren la vida diaria de una líder religiosa del siglo XIX y, a la vez, nos brindan conocimientos y principios que siguen hablándole a nuestra generación.