La Posesión del espíritu de profecía es una de las dos características que distinguen a la iglesia remanente, según lo predicho en el libro del Apocalipsis. Desde los mismos comienzos del movimiento adventista, este don desempeñó un papel importante en la experiencia de los adventistas y en el desarrollo de su iglesia. Por medio de él, la iglesia ha sido amonestada, guiada, alentada, reprendida y corregida.
A medida que los Testimonios iban saliendo de la prensa, los hermanos los conseguían con afán, estudiaban su contenido con oración, y prestaban oídos a sus instrucciones. Con el transcurso de los años se fueron proveyendo algunos de estos testimonios a los creyentes que leían otros idiomas que el inglés